Preparándonos para la llegada de nuestro cachorro :-)

Vierta jugo de manzana frío sobre la alfombra y camine descalzo en la oscuridad.
Inmediatamente después de despertarse: quédese de pie bajo la lluvia (mientras aún esté completamente oscuro) y repita: “Buen perro, haz pipí, date prisa, vamos”…

Cubre tu mejor ropa con pelos de perro. Usa pelos claros sobre ropa oscura y pelos oscuros sobre ropa clara. Además, deja que algunos pelos de perro floten en tu café matutino.

Juega al "pilla-pilla" con una pelota de tenis mojada y resbaladiza.
Corre descalzo por la nieve para cerrar la puerta del jardín.
Voltea una cesta de ropa llena de ropa limpia y esparce las prendas por todo el suelo.

Deja tu ropa interior en el salón, porque el perro la traerá allí de todas formas (sobre todo cuando tengas invitados).
¡Levántate de un salto de la silla justo antes de que termine tu programa favorito y corre hacia la puerta gritando: ¡No! ¡No! ¡Hazlo afuera! ¡Te perderás el final del programa!

Derramar pudín de chocolate en la alfombra por la mañana y esperar hasta después del trabajo para limpiarlo.
Coge un destornillador y haz agujeros en una de las patas de tu mesa de comedor; de todas formas, alguien la va a mordisquear.

Si, después de todo esto, sigues tranquilo y cariñoso, y tu mayor deseo sigue siendo tener un perro, ¡entonces estás listo para tu cachorro!
Saca una manta suave y calentita de la secadora y envuélvete en ella. Así te sentirás cuando tu cachorro se duerma en tu regazo. Imagina el día en que puedas llevar a tu nuevo mejor amigo, tu nuevo gran amor, tu nuevo compañero inseparable, tu nuevo miembro de la familia, la criatura más leal del mundo... ¡tu cachorro a su nuevo hogar definitivo!